La expresión «ábrete sésamo» se usa a modo de palabra mágica para destapar o descubrir algo. Tiene un origen literario, ya que se encuentra en el cuento Alí Babá y los cuarenta ladrones dentro de los relatos de Las mil y una noches, historias recopiladas de la tradición o la literatura india y de Oriente Medio. No hay seguridad del por qué de esas palabras que el jefe de los ladrones usaba para mover mágicamente la cubierta de la cueva donde escondía el botín de sus robos, a nosotros lo de "sésamo" nos llega desde la transcripción francesa de Antoine Galland (Sésame, ouvre-toi) sobre una recopilación (supuestamente) de Abuadd-Allah Muhammed el-Gahshigar, y más tarde de la versión inglesa de Richard Burton (Open sesame), y tal vez sea una transliteración del árabe que la pudo haber tomado del hebreo שם שמים (sem samim "el nombre del cielo") a modo de fórmula cabalística, aunque también se sugiere una deformación del mismo árabe para la onomatopeya timtim por "campana, cubierta"; pero es más seguro que sea realmente por la planta de سمسم (simsim "sésamo, ajonjolí") y que la traducción sea literal. Resulta que el aceite de sésamo también está identificado con prácticas religiosas y misteriosas desde la antigua Babilonia, pero hay una relación con la importancia de que la vaina se abra naturalmente y deje caer las semillas (el tesoro) para poder prepararlo, y eso haría una asociación con estas palabras mágicas. Ver ciérrate sésamo, abracadabra, hocus pocus, beam me up, Scotty.
"Según el divulgador pseudocientífico Robert Charroux las vainas de sésamo se abren solas con un sonido grave. Pero con sus antecedentes nadie le cree que un bajo lírico les cante '¡Ábrete sésamo!' y se caigan las semillas."
